Debí caer antes,
debí caer siempre
pero mi cuerpo se sostuvo
con hilos de flores.
Mi alma flota aun
constante en la niebla
y aunque mi risa llora
y mis ojos solfean
me se próxima al suelo agreste
donde algún orfebre
recobrará aquel brillo
para adornar otras frentes…
Debí caer antes,
debí caer siempre
pero, mi afán de mensajera
me sostuvo en el aire.
Plácida recorro todavía los desiertos
donde ningún oasis logró
calmar mis angustias con sus gotas
y aunque desfilan por la arena dromedarios
floto erguida sobre ellos
perdida entre espejismos ...
Cae pronto hoja seca,
cae pronto niña triste,
antes que la oruga sea mariposa
condenada a volar eternamente.
Deja que el sonido de la brisa
arrastre tu armonía,
no llores el lienzo blanco,
que la luna en su mengua
sabrá acunarte entre estrellas
y te arropará de nubes
mientras aletargas sentencias.
Cae pronto niña triste,
compréndete forastera…
Casilda