Allí sólo habitaban las estrellas...
sólo era posible confundirlas con colores,
y pensar los siglos en tu alcoba.
Cuando te encontré, pude fundirme con el alba
y dibujar el tiempo entre las flores.
Pude tallar mi voz entre las aguas
y sentirme esclava de tu aliento...
Ahora quieres que lea el adiós en tu silencio,
quieres que olvide la promesa de tus besos.
Que devuelva su verdor a las hojas del otoño
y que no escuche llover cuando la luna llene...
Mientras guardas tus secretos entre aromas marinos
y atormentas la tinta de la noche
subiré al barco que la cobarde tempestad deshace
a esperar que el miedo borre también las huellas
que dejamos en la arena...
Casilda
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