Pero, qué importa…
No me canso
de cabalgar por mis teclas
buscando acortar
la absurda distancia
entre ausencia
y certidumbre de existencia.
No sé dónde estás ¡
Pero, no importa…
me abrigan
tu mirada y el recuerdo.
Me sacia
la presencia de tu ausencia,
es ventura
el espejismo de tus besos.
No sé dónde estás…
Pero, no importa…
No me abandono.
ya es noche ¡
No sé dónde estás…
Pero, no importa…
No me abandono.
ya es noche ¡
Casilda
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