sábado, 24 de enero de 2009

Mi oponente

Luchar por él,
siendo el oponente
Desangrarme en versos

por la herida
Proferir mi amor

en lágrimas
como abalorios

de incontables colores,
interminables oraciones

por las perdidas almas.
Gritar con mudez pasmosa
los pétalos de todas las rosas
y todos los besos de la espera…
Es verdad¡¡¡
más qué es la verdad
sino un rosario de mentiras?
Hay relámpagos en este cielo…
es la tempestad

que allana voluntades,
sobre el camino de riscos

que agota.
Sigo, sin embargo,

en su desierto
muriendo de sed

mientras intento
llegar al espejismo...


Casilda

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